Las organizaciones se enfrentan cada vez más a ser blanco de ciberataques que provocan brechas de datos, lo que está marcando un cambio fundamental en las estrategias de ciberseguridad. Según un informe reciente de IBM, tan solo en 2022, el coste de estas vulneraciones ascendió a 4.35 millones de dólares en todo el mundo. Por ello, contar con soluciones efectivas y confiables y establecer planteamientos solidos en el enfoque de la estrategia puede marcar una gran diferencia a la hora de mantener segura la privacidad de las empresas.
ENISA, la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad, destaca en su último estudio que el 60% de las empresas afectadas por ataques de ransomware pagaron el rescate para recuperar sus datos el año pasado. Para evitar llegar a ese extremo, la estrategia de prevención de pérdida de datos, DLP según sus siglas en inglés, se está posicionando como una de las más efectivas y populares de los últimos años.
“Es esencial reconocer que la tecnología, por sí sola, no es una solución completa. El desarrollo de enfoques estratégicos sólidos es lo que fundamenta la capacidad de mantener seguros los datos de una empresa y, en este sentido, el enfoque DLP es muy efectivo. Además, construir una cultura de seguridad arraigada en todos los niveles de la organización, desde la gerencia hasta los trabajadores, resulta esencial para establecer un sistema de seguridad efectivo» señala Josep Albors, director de Investigación y Concienciación de ESET España.
¿Qué es la prevención de pérdida de datos y cómo funciona?
El objetivo del sistema de prevención de pérdida de datos (DLP) radica en evitar la pérdida de información, ya sea de manera accidental o intencional. Su objetivo fundamental es proteger los datos y la información de carácter confidencial para prevenir accesos no autorizados, tanto desde el interior como desde el exterior de una organización.
El DLP emplea diversas formas para salvaguardar los datos y contribuir al control y la seguridad de la información. Esto se logra, entre otras cosas, mediante la categorización de los distintos tipos de datos en varias clasificaciones, la detección de posibles infracciones de seguridad y la automatización de ciertos procedimientos. Una de las metodologías clave del DLP es la etiquetación de datos conforme a su nivel de confidencialidad, ya que permite reducir riesgos como los accesos no autorizados.
Para ponerlo en funcionamiento, es posible llevar a cabo el proceso internamente mediante un equipo de TI, o bien optar por la subcontratación. Dado el gran número de dispositivos que típicamente gestiona una organización, la externalización se presenta como una opción razonable para garantizar la protección integral de los datos. No obstante, al igual que cualquier otra entidad, las empresas dedicadas a la implementación del DLP también pueden ser blanco de ataques.
Tipos de estrategias DLP
Las técnicas de prevención de pérdida de datos poseen una notable adaptabilidad, permitiendo una configuración ágil acorde a las necesidades de cualquier empresa. Dependiendo de esto, las compañías pueden optar por distintos tipos de DLP, cada uno con sus propias fortalezas y limitaciones.
- DLP de endpoint: Este enfoque se centra en proteger los datos en todos los dispositivos utilizados dentro de la empresa. Implica la monitorización de los usuarios y otras políticas de seguridad para evitar la pérdida de datos, lo que permite la visibilidad de su uso en los dispositivos.
- DLP de Red: Dado que los datos no solo se almacenan o se desplazan a través de los dispositivos, existe el DLP de red, que monitoriza los datos en uso en la red de la organización. Esta modalidad puede identificar y prevenir de manera eficaz el movimiento no autorizado de datos en la red incluyendo detalles como quién accedió a qué y cuándo, lo que es muy útil a la hora de detectar comportamientos anómalos.
- DLP en la Nube: A medida que las organizaciones adoptan cada vez más servicios en la nube, surge la importancia de proteger los datos almacenados en estos entornos. Esto es especialmente importante cuando las compañías otorgan acceso a su almacenamiento en la nube a terceros, como socios comerciales, ya que esta modalidad puede prevenir potenciales brechas de seguridad en los datos.
La implementación de estas tres modalidades de manera conjunta ayuda a las organizaciones a evitar la pérdida de datos, pero también es fundamental para cumplir con las estrictas regulaciones de protección de datos y privacidad, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), entre otros.
La prevención de pérdida de datos
Contar con una estrategia efectiva se convierte en un factor crucial para que cualquier organización pueda ejercer un control adecuado sobre sus datos. En el contexto actual, marcado por amenazas en constante evolución, el enfoque de prevención de pérdida de datos se erige como un componente fundamental para la estrategia global de seguridad.
Dentro de su alianza tecnológica, ESET, compañía de ciberseguridad, cuenta con un socio de confianza: Safetica, que proporciona servicios de prevención de pérdida de datos mediante sus soluciones Safetica ONE y Safetica NXT. Estas herramientas tienen como finalidad evitar fugas de datos, instruir al personal en cuanto a la protección de la información y asegurar el cumplimiento de regulaciones.
Mientras que ESET brinda protección a través de su plataforma ESET PROTECT, que incluye soluciones galardonadas de seguridad, detección y respuesta para endpoints, los productos de Safetica añaden una capa adicional de seguridad, protegiendo los datos tanto interna como externamente, enfrentando las amenazas internas y la pérdida de datos características de la era del trabajo híbrido.
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