Según la última encuesta anual de Eurostat sobre el uso de las TIC, el 63% de la población en la UE realizó llamadas o videollamadas por Internet durante 2020, mientras que un año antes solo lo había hecho el 52%, y el 41% en 2018. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) también registra una tendencia alcista en España. En el último trimestre de 2020, dos de cada diez españoles llamaron o «videollamaron» por Internet a diario o casi a diario; un aumento de un 30% respecto al mismo periodo de 2019. El lado más auténtico de la videollamada impulsa su auge en tiempos de COVID-19. Y las personas, por muy tecnófilas que sean, no quieren perder la sociabilidad, la confianza, la empatía y la autenticidad en un mundo cada vez más mecanizado.
Tras el éxito alcanzado con el lanzamiento de Branddocs VideoID, la identificación por videollamada más ágil del mercado, la compañía tecnológica Branddocs apreció la enorme oportunidad que tiene la videollamada en la incipiente economía digital. Aunque ya nos acostumbramos a los procesos automatizados, como firmar contratos por correo electrónico o hacer transferencias por medio de apps, la presencia de personas en los procesos digitales suma mucha más aceptación y confianza por parte del usuario, proporcionando mejores resultados para la empresa. Asimismo, esas transacciones asistidas en tiempo real corrigen las barreras de accesibilidad que padecen muchos usuarios. Es el caso de las personas ciegas, que tienen más trabas para manejar una pantalla con autonomía, o todos aquellos mayores que todavía no cuentan con habilidades digitales. Los videoagentes pueden ayudarles a «navegar» por la transacción, completarla exitosamente y resolver sus dificultades al momento.
En este sentido, la compañía Branddocs ha creado TrustCloud Transactional Room, la “solución perfecta para propulsar una transformación digital segura y humanizada, de todos y para todos”, como explica Saioa Echebarria, CEO y CTO de la compañía. Se trata de una plataforma de videotransacciones seguras que habilita un espacio virtual de colaboración en directo para completar las transacciones electrónicas, “de un modo mucho más humano y cooperativo que las automatizadas”, matiza Echebarria. El uso de la videollamada durante todo el transcurso de una transacción permite a los intervinientes interactuar y ayudarse «cara a cara» de principio a fin, como si estuviesen reunidos en un encuentro real. Así, tanto la empresa como el cliente disfrutan de la empatía, la confianza y la compañía que no proveen los procesos más mecanizados. Asimismo, las partes implicadas resuelven entre ellas todas sus dudas, fallos y faltas de información al momento, evitando los formularios y el intercambio de correos para corregir incidencias.
Al integrar toda la transacción en una única videollamada, las empresas pueden unificar y acelerar sus gestiones con los clientes en un único proceso. Especialmente útil resulta para las gestiones de firma electrónica avanzada, que hasta ahora se completaban por correo electrónico. Además, TrustCloud Transactional Room genera un extra de seguridad que minimiza los fraudes y suplantaciones de identidad, ya que revela y graba en todo momento quién está al otro lado de la pantalla solicitando, negociando, consintiendo y firmando la transacción.
Ciberseguridad real gracias a las herramientas data masking
La ciberseguridad de TrustCloud Transactional Room es máxima y protege desde las transacciones más simples a las de mayor riesgo. La solución revela claramente la presencia y la imagen de las personas con quienes se transacciona, disuadiendo a ciberdelincuentes y defraudadores.
Para empezar, la plataforma TrustCloud de Branddocs custodia la sesión para que solo las personas correctas la presencien o participen en ella. La organización que emite la videollamada decide cuándo se activa la videollamada, qué usuarios acceden a ella y qué tipo de control puede ejercer cada uno sobre la transacción (quién puede firmar y quién no, quién puede manipular y descargar los documentos y quién no, etc.). Del mismo modo, las herramientas de data masking permiten a la organización ocultar aquellos datos y fragmentos de documentos que prefiera o deba mantener bajo confidencialidad.
Una vez reunidos los intervinientes, la videollamada ejecuta una videoidentificación cualificada del usuario invitado antes de proceder al resto de la transacción. Con ella se autentifica los datos personales del usuario, sus documentos de identidad y otros documentos probatorios, garantizando su identidad real. Asimismo, los usuarios anfitriones de la videollamada pueden reforzar la autentificación del invitado con pruebas de vida y preguntas en directo sobre sus datos personales.
Durante la sesión, la inteligencia artificial, los análisis biométricos y el propio criterio humano de los anfitriones detectan si la videollamada del usuario es falsa, está siendo manipulada o es controlada remotamente, mientras comprueban que la persona que se ve en la imagen sigue siendo la misma que ha sido videoidentificada. La videollamada también permite ver y grabar cómo el invitado firma electrónicamente el contrato o documento de acuerdo, quedando plena constancia de su consentimiento e intencionalidad para evitar el repudio transaccional.
TrustCloud Transactional Room, en efecto, garantiza todos los niveles de seguridad que precisa cualquier transacción digital en un único proceso sin fricciones. La identidad del cliente, su intencionalidad y la integridad del proceso y sus documentos se acreditan on-the-fly, al instante, generando evidencias anti-repudio reforzadas por la grabación audiovisual y la auditoría de la sesión. El desarrollo de la transacción por videollamada, la comunicación tan inmediata que ofrece y las técnicas de ciberseguridad «en segundo plano» permiten entablar negociaciones cibernéticas con una seguridad y rapidez jamás vistas en el mercado. “Nuestro objetivo es proporcionar a nuestros clientes la puerta de entrada a empresas 100% digitales”, comenta Echebarria. “El nivel de transformación digital de las empresas es ahora el principal factor de competitividad entre ellas. Lo que exige el mercado actual son transacciones digitales ágiles, sencillas, accesibles y compuestas por el menor número de procesos posible, sin perder la seguridad y esa inteligencia emocional, también humana, que escasea en Internet”.
Solución multisector para crear comunidad
Más que un motor de transacciones digitales, TrustCloud Transactional Room se concibe como un espacio de reunión virtual para desarrollar las transacciones más complejas y arriesgadas con todas las garantías. Por ello, se trata de una solución con gran cabida en la banca digital y las aseguradoras. Sus transacciones exigen una alta ciberseguridad para prevenir delitos financieros y fraudes económicos de gravedad, así como un abundante conocimiento de sus clientes por normativas KYC. TrustCloud Transactional Room es idóneo para la firma de transferencias de grandes cantidades, hipotecas y préstamos de gran valor en los mercados que la regulación lo permite, pólizas de máxima cobertura o procesos de onboarding totalmente digitales.
El sector del alquiler y de la financiación de vehículos también puede hallar en TrustCloud Transactional Room una manera muy ingeniosa de atraer nuevos clientes. Comprar o alquilar un coche exige al cliente desplazarse hasta el concesionario para autentificar su identidad, validar su permiso de conducir y demostrar su viabilidad económica antes de subirse al volante. Ahora, el cliente puede completar todos esos trámites desde su casa a través de TrustCloud Transactional Room, mientras espera a que el vehículo sea enviado a su domicilio.
La burocracia con las Administraciones Públicas, los notarios y los procesos judiciales también pueden agilizar sus trámites digitales gracias a la «presencialidad» e integridad que favorece TrustCloud Transactional Room en cada operación. Incluso podría habilitar la firma de matrimonios entre cónyuges que se encuentran en la distancia. Para el mundo del juego online, la solución de Branddocs ayuda a asegurar la identidad y la mayoría de edad de los participantes en partidas de larga duración, así como la integridad de esa identidad jugadora. Embebiendo la sala de encuentro virtual a una competición online de póker, la casa de juego comprueba que otra persona no autorizada en la partida toma las riendas de uno de los jugadores autorizados.
Con la digitalización de la actividad económica y burocrática en aumento, Echebarria confía en que TrustCloud Transactional Room sea el catalizador definitivo de este cambio. “Una solución tecnológica es exitosa si su razón de ser es ponerse al servicio de las personas”, argumenta la CEO. TrustCloud Transactional Room no sustituye a la persona por la máquina, como ocurre en muchos procesos automatizados, sino que sitúa a las personas y a las relaciones humanas en el centro de la transacción. “En Branddocs estamos cada vez más preocupados por preservar los valores humanos en el entorno digital. Ante todo, buscamos la satisfacción, la solidaridad y la seguridad de nuestros clientes y de sus usuarios, no solo la excelencia de nuestra infraestructura”, apunta.
La empresaria cree que su solución es la única manera de que las compañías cultiven una sólida comunidad digital con sus clientes. “Es muy sencillo: dejas de ver tantas pantallas y comienzas a ver caras humanas; ahí está el secreto”, aclara Echebarria, quien sostiene que la experiencia de usuario tan humana de TrustCloud Transactional Room mejora las relaciones con los clientes digitales, motivando que estos sigan y se fidelicen a la empresa en su trayecto hacia la transformación digital.
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